felices, muy felices
Enhorabuena, sin saber seguro si te han admitido en la facul, felices ¿25, 26?, sin saber si sigues mirando esto. Aish.. que un beso muy gordo y que ojalá que estés superbien.
Enhorabuena, sin saber seguro si te han admitido en la facul, felices ¿25, 26?, sin saber si sigues mirando esto. Aish.. que un beso muy gordo y que ojalá que estés superbien.
...de dormir a su ladito, porque, dios, es que esta Carmen... La pusieron en la radio y me acordé de ti. Qué bien que inventaste esto sólo para nosotros dos.
Qué raro se me ha hecho entrar aquí y ver lo que me habías escrito desde dentro, y tener la opción de tocarlo, de poner el cursor donde lo pusiste tú, en tus palabras, en tu cabeza...ha sido extraño, ha sido muy parecido a tocarte a ti, quizá nuestro roce más cercano, como un susurro, puede ser... ha sido intenso.
Me apetecía escribirte, me apetecía contarte una historia (una de tantas), un cuento, quisiera alegrarte la tarde contándote algo bonito, algo que m haya marcado, o algo que lo mismo te marque a ti, pero no puedo, hoy no m sale. Te prometo que lo he intenado, empecé a escribirte un cuento para ti, un cuento ya contado, pero me faltaban las ideas, como siempre y me sobraban las palabras, como siempre también.
Me acabo de despedir de mi hermano, que se va todo el verano a Cantabria, a trabajar en un camping con una amiga, es la primera vez que soy yo la que se queda en casa. Mis amigas tienen planes o trabajan, o tienen planes y trabajan, y mis primos, compañía veraniega de toda la vida, por primera vez trabajan. Incluso los amigos de mis primos, que no han dado un palo al agua en sus vidas trabajan en verano, y yo...yo no. Yo no tengo planes, ni de verano ni de vida, y lo que hace un año hubiera sido un descanso, tener el piso de la playa para mí sola, este año se me hace una carga, porque no quiero estar allí sola, no quiero bajarme a la playa con mi libro y mis cascos y bañarme yo sola, sin colchoneta y sin ahogadillas, sin carreras, sin palas, sin tortilla y filetes en un tapper. Quiero jugar al volleyplaya por las tardes y no parar en casa y meterle prisa a la gente porque llegamos tarde a todos sitios, y pasarme las siestas tomando café en el paseo marítimo con mi primo paco, lamentándonos del poco trabajo en la provincia y de los enganguillos que pasan con las motos x delante, felices y ajenos; quiero helados por la noche y ver puestos con pulseras, quiero tinto de verano, y que todo esté como siempre. Y si todo tiene que cambiar, quiero cambiar yo también, y quiero irme de aquí. Siempre me quedarán las hermanas Ramírez, pero Carmen se viene a Bornos, Ángeles es idiota y María...las cosas nunca serán como antes con María. Quiero volver a Londres y volver a ser camarera en un pub del centro, quiero volver a Manchester y encontrar calor entre gente tan fría, no quiero alzar la vista al frente, hacía tiempo que no estaba tan perdida. Este email no tiene sentido, ni siquiera tengo ganas de escribir, sólo sé que lloro y lloro, y no quiero contártelo, pero lo hago.
Y me siento mal y no quiero estudiar y no quiero aprobar y no quiero ir a málaga, y quiero dormir, cerrar los ojos y que hayan pasado unos años y todo esto esté resuelto, y no me quiero por querer que todo pase, y no quiero querer esto y me fastidia estar convirtiéndome en algo de lo que siempre he huido.
En cualquier caso, Pachito, te debo un cuento (y mil palabras).
Los alumnos me preguntan que si la lengua tiene glándulas o que dónde se localizan las células de Purkinje del corazón. Y yo qué sé. Sólo sé que no sé escribir un soneto. Que, probablemente, nunca te diré nada acerca de tu sonrisa o de tal o cual universo de tus ojos. Sólo sé que hoy perdí un amigo porque el sábado me dediqué a contar verdades. Oh, Carmen, maravillosa. Llena de vida, no estés triste. Los que te queremos, te tememos... La amistad es otra forma de egoísmo, apréndetelo. Escúchales, pero espéralos. Te lo dice el diablo. Te dirán que no me mereces, y tal vez tengan razón. Quizá yo tampoco merezca algo tan grande. Pero lo que ni siquiera pueden llegar a imaginarse es lo circular que es todo esto. Y allí me los encontraré a todos. Para que me apedreen o para que agachen la cabeza. Qué fácil es opinar. Lo bueno que tiene es que no cuesta dinero y que ni siquiera hay que justificar el trabajo realizado. Total, sólo era una opinión... Os espero. Y os deseo que viváis una situación semejante. A ver qué haríais, vosotros que sabéis tanto.
Pachi
Me resigno, me resigno a que te me alejes, o me aleje yo, pero no me gusta, no. A estas cosas es que te tienes q resignar, y reasignarte nuevas cosas y nuevas metas, pero que asumo que siempre tendrás un rinconcito aquí, en mi vida o en mi historia. Y ya está.
Joselito...abandono.
Me duele, me hiere, pero abandono y así dolerá menos. Lloro si pienso en las palabras que se quedan sin decir, sentimientos sin sentir, momentos compartidos y todas esas cosas. Cuidate mucho, mucho, mucho, mucho
Carmen
Sobran las palabras en el blog, qué pena, qué de cosas me voy a perder, qué de cosas nos perderemos. Y tu olor...cómo será tu olor. Pero me han dolido tanto tanto las últimas fotos...me encuentro mal, voy a dormir, soñaré con esto.
Creo que ayer abrí los ojos, que me di cuenta de que, como siempre, como muchas veces, la q tira de todo, soy yo y no. No, no, no, no. La soledad es mil veces preferible a lo de siempre, al tirar del carro y a aportar la parte positiva. La vitalidad no se me agota, pero tu desesperanza me aturde. Quédate con ella, elígela a ella, ya no soy una de tus opciones. Sé que lo asumes y sé que lo aceptas y aunque no niego q me molesta, yo tb puedo asumir que tu resignación y tú vayáis de la mano. ¿Es esta la última carta que voy a escribirte, los versos más tristes esta noche?
Contigo, todas las canciones bonitas se me vienen a la mente, Sabina me canta en el oído cada noche y los techos me hablan, paraules sencilles i tendres, nomès. Los libros de toda la vida escriben sobre mí, sobre ti, cobarde, que eres un cobarde. Cómo puedo culparte si sé que te sientes mal, si tu felicidad es la mía ahora mismito. La resignación. Y las preguntas, sin respuesta, nunca formuladas, por miedo o por olvido o porque cuando estoy contigo, aunque no estoy, tengo miedo de que te vayas y me dejes sola, o mal acompañada, que no sé qué prefiero.
Me sonríes y te sonrío, complicidad que tenemos. Y si estás triste, me enterneces, y me dan ganas de abrazarte, aunque no te lo diga. Querría pasarme las noches, los días, la vida entre tus brazos, quiero cuidarte y que me cuides, quiero saberme los rinconcitos de tu cuerpo y compartir la rutina contigo. ¿esto es amor? no puede ser, si no sé ni cómo hueles...
Daría lo que fuera por estar dentro de tu cabeza, saber qué piensas. ¿Ya te has cansado de nuestro juego? ¿Si? ¿no? hacía años que no sentía esta pesadumbre por nadie. la gran suerte de que no leas esto es que no te hago sentir mal, porque realmente, tampoco puedes sentirte mal por mis ataques de cariño o mis ganas de tu exclusividad. También es una suerte que no leas esto xq pensarías q se me va mucho la olla. Es que yo no lo entiendo, no sé cómo esto lo ha desencadenado un email o un sms o no sé el qué. Es verdad que las mujeres hablamos con doble intención, mi subconsciente quiere que pienses que está mal lo que haces, para que te decidas, quiero forzarte a que me elijas, no sé con qué derecho. Socialmente está tan mal visto ser mujer y obligar a alguien a quererte...siempre pedimos o queremos más de lo que nos dais, un poquito más. A veces con qué derecho. Me siento fatal, no sé xq no estás en el msn, no sé si quieres que te olvide o si quieres que te dé una señal de vida o si t parezco gilipollas o si soy gilipollas de verdad, yo qué sé. Me conecto durante dos minutos al msn para ver si te conectas tú, pero hoy no estás allí al acecho o si estás y te agobia verme entrar y salir o yo q sé. Aquí estás...
y no t agobio...
Qué pasará, Pachi, cuándo los momentos malos superen a los buenos...no queda tanto. Y qué pasará cuando no me conforme con ser la otra, y quiera ser sólo yo, y cuándo me canse de esperar emails que no llegan y me sienta estúpida, como hoy, por perder el poco tiempo del que dispongo, del que disponemos, saldando palabras, sintiendo en silencio y en soledad, qué pasará entonces. No t puedo pedir nada, no te ofrezco nada tampoco. soy lo que soy, soy lo que ves, lo que lees, no hay más. De ti depende todo. Lo mismo luego no te quiero, pero necesito que te arriesgues para saberlo, quizá pido demasiado, ¿verdad? Ayer soñé contigo, soñé con vosotros, y me sentí tan tan mal que creo q abandono.
yo, mí, me, contigo